jueves, 19 de noviembre de 2015

CRACK DEL 29

CRACK DEL 29 (EL GRAN CRASH)

Tras el final de la I Guerra Mundial (1914-1918) en numerosos países y sobre todo en EEUU empieza una recuperación a nivel social, político, cultural  y económico.
Si trae algún aspecto positivo las guerras (algo muy discutible) es la investigación tecnológica y el esfuerzo económico y de medios que se le dedica. La creación de armas y la investigación (radio, rayos X, líneas de montaje en la industria, celulosa… eran algunos de ellos).
Los “felices” años 20 traerían un clima de euforia y entusiasmo a nivel mundial y el desarrollo de nuevas formas de energía (petróleo y electricidad), así como distintas maneras de organización del trabajo, entre otras.
Un estilo de vida donde prima lo americano, modelo a imitar por el resto de países “american way of life”  o estilo de vida americano se escuchaba por doquier. Aviones, nuevas tecnologías, artículos del hogar (lavadoras, aspiradores, frigoríficos, hornos, planchas…); la compra a plazos o a crédito (“compre ahora y pague después); el nacimiento de una cultura de consumo; la proliferación de automóviles (Ford y Chrysler sobre todo)…hicieron su aparición desmesurada.
Personas de distintos países como Alemania, Polonia, China, Italia… buscaban rumbo a EEUU para tener una vida mejor.
Florecieron los espectáculos públicos como el deporte, el cine, el famoso cabaret y las representaciones teatrales. La alta costura y las pasarelas de moda surgieron; Las corrientes musicales como el jazz, el charlestón y el blues estaban de moda; la prensa no sólo se dedicó a informar sino a dar publicidad y las revistas especializadas hacen su aparición, revistas sobre la mujer, sobre el deporte…; La radio tuvo un gran auge llegando a tener los estadounidenses millones de aparatos receptores. (aquí y aquí).
Pero esos “años locos”, esos años en EEUU y el resto del mundo (de 1922 a 1929) tendrían su fin.

Más de tres millones de estadounidenses tenían en su poder acciones, el mercado alcista y de marketing hacía comprar sin control, incluso  aficionados y novatos compraban desmesuradamente, acciones a destajo… se pedía dinero prestado para especular y se inflaban los precios al alza de las acciones…
Los inversores novatos, que no eran duchos en la materia, empezaron a pedir y pedir prestado hasta debajo de las piedras para comprar en bolsa, así como acciones a crédito. Se editan los llamados Bonos de Libertad, propiedad del Estado, con el fin de tener rentabilidad aceptable procedente de los ahorros de los ciudadanos. L
Las entidades bancarias sacan también otros tipos de bonos y acciones. Destaca por aquel entonces la Banca J. P. Morgan como puntal; el político, adinerado e influyente Joseph P. Kennedy y el anónimo/famoso limpiabotas Patrick Bologna. Por todo EEUU se fue invirtiendo, hasta personajes como Charles Chaplin (aquí y aquí) y Groucho Mark (aquí y aquí) compraron acciones y fomentaban su compra, así como Winston Churchill que también adquirió numerosas participaciones de acciones y las perdió todas.
Imagen sacada de la Grandepresion.com
     
Fue un miércoles 23 de octubre de 1929 cuando comenzó la pérdida de confianza entre los accionistas, empezaron a caer bruscamente las acciones del automóvil y se fueron vendiendo las acciones de una manera brusca, derrumbándose brutalmente la bolsa neoyorkina (se estima que en una hora se vendieron más de dos millones y medio de acciones). Veinticinco mil millones de dólares habían desaparecido.
Miles de bancos quebraron, se calcula que en 1931 cerraron 2.000 entidades y los clientes retiraban con urgencia el dinero. En 1933 otros 3.000 bancos también cerraban. Las                  personas desconfiaban y guardaban el dinero debajo del colchón. Los accionistas lo habían perdido todo. Los inversores aturdidos se agolpaban en las puertas de La Bolsa, se calcularon que unas diez mil.
El 24 de octubre de 1929 se produce un pánico masivo, un pánico que desembocaría en el llamado JUEVES NEGRO.
Se intentaron hacer una serie de medidas infructuosas, como la reunión de cuatro banqueros influyentes y crear unos fondos para mantener las acciones más importantes. No llegó a buen término. Una vez más la avaricia de unas personas van en contra del resto del mundo. Se manipularon los datos del mercado, los especuladores profesionales supieron clavar el diente, inflaron la burbuja. Una vez ricos retiraron sus ganancias y sin escrúpulos de la bolsa. El gobierno no quiso supervisar a fondo (quizá no le interesaba).
Se veían a personas desesperadas tirándose desde las oficinas y suicidándose, se habían quedado absolutamente sin nada. El martes 29/10/1929 los precios caen en picado nuevamente y las empresas como General Motors, United States Steel Corporation y Reynolds tuvieron unas pérdidas considerables. Sus acciones valían un 20% menos.
La suma de todos estos acontecimientos hace que las empresas, al no poder pagar a sus empleados, cerraban, no tenían capital y en consecuencia despedían a los obreros. Así el consumo bajó hasta un punto inigualable. No había producción, escaseaba de todo, (se cuenta que las personas de ataban trapos a los pies haciendo las funciones de zapatos).
En 1932 ganó las elecciones F.D. Roosevelt con la intención de dar un cambio y frenar las consecuencias tan devastadoras que ocasionó el crack del 29. Fue aplicando una serie de medidas, aconsejado por especialistas que hizo que los EEUU fueran resurgiendo de sus cenizas como el ave Fénix. Una nueva distribución de las rentas, medidas financieras, grandes obras públicas, leyes para la agricultura, leyes sindicales y ayudas a jubilados y parados fueron algunas de ellas.
En 1940 la situación había cambiado sustancialmente en EEUU, sin embargo, no tardaría en sufrir las consecuencias de una II Guerra Mundial que había empezado en 1939 en Europa y que se prolongaría hasta 1945.
A todo este periodo de pobreza y recesión económica se le denominó la GRAN DEPRESIÓN (aquí y   aquí). Pero después del 29 hubo otros descalabros bursátiles, esta vez debido al petróleo y la influencia que ejerce en nuestra sociedad (basta con ver actualmente la financiación y fuente de ingresos que supone dicha materia prima, para el respaldo de grupos terroristas como el ISIS en Irak y Siria). Así cabe mencionar la crisis de 1973, 1980, 1992, 2001, 2010… (aquí más) como ejemplos.
Definitivamente las crisis económicas mundiales nos pueden “invadir” en cualquier momento, no estamos nunca “a salvo” de las decisiones de nuestros gobernantes.

Como decía Albert Einstein: “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos”… sí puede que tenga razón, pero ¿A QUÉ PRECIO?... esperemos que no sea muy alto.

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